LA CONSTANCIA EN LAS SESIONES
La depilación por láser es un gran acierto para acabar con el dichoso vello que tanto nos molesta … el poder vivir eternamente depilada supone una gran comodidad y por qué no decirlo: ¡liberación!
Las pautas que las profesionales marcamos siempre he dicho que “son por algo”.
- En el caso de la ZONA FACIAL, las sesiones deben de ser mensuales, la razón es porque los ciclos de la formación del vello es cada 21 días.
El conducto capilar es más corto, y por lo tanto aparece el pelo o “despunta” primero.
El láser cuando más efectivo es (y lo que voy a decir está más que demostrado), es en la FASE DE CRECIMIENTO, por lo tanto, es muy importante no quitarlo con nada (depilar) para no alterar esta fase del crecimiento, y por eso lo pautamos las sesiones mensuales, cada cuatro semanas, para garantizar que así nos encontramos (en la gran mayoría de casos) en la fase de crecimiento.
- En CORPORALES, a pesar de que la formación sigue siendo cada 21 días, la gran diferencia con la zona facial es que el conducto capilar es mucho más profundo que en la zona facial.
Por eso el tiempo que transcurre hasta que el vello “aparece” a la vista es mucho más largo que en el facial.
El espaciar largamente el tratamiento entre sesión y sesión nos lleva muchas veces inevitablemente a lo que yo considero un cierto fracaso del tratamiento, porque si no se es constante en las sesiones, podemos llegar a un “repunte” en los inicios.
O lo que es peor … lo que nosotras llamamos el “vello residual”, un vello final, muy fino, que llega antes del mantenimiento.
Por eso siempre es muy importante seguir las pautas y recomendaciones de las profesionales.
No hay dos cuerpos iguales, lo que si sabemos es que como casi en todo, la constancia, es la clave mayor del éxito.
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